Decorar el árbol de Navidad makes sense
Cada diciembre, miles de personas en todo el mundo se embarcan en una misión muy especial: buscar el árbol de Navidad perfecto. Una vez encontrado, lo llevan a casa, lo colocan en la mejor esquina del salón y lo decoran con luces, esferas, y todo tipo de adornos llamativos. Pero…
¿Por qué decoramos el árbol de Navidad? ¡Te contamos el misterio!
La tradición tal y como la conocemos hoy empezó con los celtas y los vikingos quienes solían decorar árboles perennes con frutas y velas para celebrar el solsticio de invierno. Luego en Alemania, se dice que el reformador Martín Lutero fue el primero en colocar velas encendidas en un abeto para mostrarles a sus hijos cómo brillaban las estrellas en una de estas noches. De ahí, los alemanes comenzaron a decorar árboles con dulces, nueces y papel de colores. Con el tiempo, la tradición viajó por toda Europa y llegó a América. Las velas se convirtieron en luces eléctricas - ¡gracias a Edison! - y las frutas y dulces se transformaron en esferas brillantes.
¡AHORA ES TU TURNO DE DARLE TU TOQUE ESPECIAL!
Hoy en día, decorar el árbol se ha vuelto una actividad familiar. No se trata solo de poner adornos; cada esfera, guirnalda y estrella cuenta una historia.
Así que para este diciembre te traemos nuestra exclusiva colección de adornos hechos con semillas. Cada pieza es única, sostenible y llena de encanto natural. Como siempre, utilizando material vivo conseguimos ornamentos regenerativos. Además, trabajamos con materiales totalmente biodegradables y personalizables, que duran lo que tienen que durar: una Navidad. Y luego desaparecen. Como Papá Noel, el Tió y los Reyes Magos.
Así que la próxima vez que te subas a la escalera, recordarás que además de estar continuando una tradición que ha iluminado los hogares durante siglos sabrás que son más que adornos es la magia de la compostabilidad.
¡Celebremos una Navidad más verde!